La Alliance for Automotive Innovation, patronal que representa a los fabricantes más prominentes de Estados Unidos, ha levantado la voz de alerta al calificar a China como una “amenaza clara e inmediata para la industria”. En un comunicado reciente, la asociación ha instado al gobierno de Washington a tomar medidas para frenar la entrada de las marcas chinas en el mercado automotriz estadounidense.

Esta petición se basa en la preocupación de la Alliance for Automotive Innovation sobre la posibilidad de que constructores y fabricantes de baterías respaldados por el Gobierno chino puedan establecer fábricas en Estados Unidos. Según la patronal, permitir esta expansión de la industria automotriz china en suelo estadounidense representaría un riesgo significativo para la competitividad y el empleo en el sector.

La presión ejercida por la Alliance for Automotive Innovation resalta la creciente tensión en el ámbito de la manufactura de vehículos entre Estados Unidos y China. En medio de un contexto geopolítico complejo, las empresas automotrices estadounidenses están buscando proteger sus intereses y mantener su posición en un mercado global altamente competitivo.

Cabe señalar que esta solicitud de la patronal estadounidense se produce en un momento en el que las relaciones comerciales entre ambos países se encuentran en un punto crítico. La postura de la Alliance for Automotive Innovation refleja la preocupación de los fabricantes de automóviles en Estados Unidos por preservar su liderazgo y evitar que la competencia extranjera respaldada por el Gobierno chino afecte su posición en el mercado nacional.