La fundación Schmidt Sciences, encabezada por el exCEO de Google, Eric Schmidt, ha anunciado una inversión significativa de 45 millones de dólares en la implementación de drones marinos no tripulados en el Océano Antártico. Estos innovadores barcos autónomos tendrán la misión de recopilar datos cruciales sobre cómo esta región, conocida como el “pulmón azul” del planeta, captura carbono y contribuye a la regulación del clima global. Esta iniciativa representa un paso adelante en la comprensión de la importancia de los océanos en el ciclo del carbono y su impacto en el medio ambiente.
La decisión de la fundación Schmidt Sciences de invertir en esta tecnología avanzada responde a la creciente necesidad de comprender mejor el papel que desempeñan los océanos en la captura y almacenamiento de carbono atmosférico. Con el aumento de las preocupaciones sobre el cambio climático y sus efectos devastadores, la recopilación de datos precisos en lugares remotos como el Océano Antártico se vuelve cada vez más crucial para informar las políticas de mitigación y adaptación.
Los barcos no tripulados desplegados en el Océano Antártico estarán equipados con instrumentos de última generación para medir con precisión diversos parámetros, como la concentración de carbono en el agua, la temperatura, la salinidad y la actividad biológica. Estos datos, una vez recopilados, serán accesibles al público en general, lo que permitirá a la comunidad científica y a los responsables de la toma de decisiones en todo el mundo utilizar esta información para mejorar la comprensión de los procesos oceánicos y sus efectos en el cambio climático.
La transparencia y apertura de los datos generados por esta iniciativa son clave para fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos en la comunidad científica global. Al poner a disposición del público la información recopilada por los drones marinos en el Océano Antártico, la fundación Schmidt Sciences espera catalizar avances significativos en la investigación sobre la captura de carbono en los océanos y su impacto en la estabilidad climática. Esta inversión representa un paso adelante en la promoción de la sostenibilidad ambiental y la protección de nuestro “pulmón azul” planetario.