El Gobierno español ha adquirido un programa espía israelí conocido como Cellebrite, el cual se destaca por ser un programa informático forense utilizado por diversas entidades de seguridad y control en el país. Entre las instituciones que hacen uso de esta herramienta se encuentran la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Agencia Tributaria, la CNMV y la Ertzaintza. Esta adquisición se produce tras el veto de Sumar a comprar material de la industria militar israelí, lo que ha generado controversia en el ámbito político y social.

La utilización de Cellebrite por parte de las fuerzas de seguridad españolas ha generado debates en torno a la privacidad y la legalidad de este tipo de herramientas. Si bien se argumenta que su uso es fundamental para la investigación y el combate contra la delincuencia, existen preocupaciones sobre posibles abusos y violaciones de derechos individuales en el proceso de obtención y análisis de información.

El Ministerio del Interior ha justificado la adquisición de este programa, argumentando la necesidad de contar con herramientas tecnológicas avanzadas para garantizar la seguridad y el orden público en el país. Se ha destacado la importancia de mantenerse a la vanguardia en materia de ciberseguridad y lucha contra el crimen, especialmente en un contexto donde las amenazas digitales son cada vez más sofisticadas y frecuentes.

La compra de Cellebrite por parte del Gobierno español se enmarca en un contexto más amplio de cooperación y relaciones internacionales en materia de seguridad. Israel ha sido un socio estratégico en este sentido, y la adquisición de este programa refuerza los lazos entre ambos países en el ámbito tecnológico y de defensa. Sin embargo, la transparencia y el control sobre el uso de este tipo de tecnologías siguen siendo temas sensibles que requieren un debate abierto y democrático en la sociedad.