Una exhaustiva revisión de estudios realizada recientemente ha arrojado resultados sorprendentes que podrían cambiar la percepción que se tiene sobre el uso de pantallas y tecnología en edades avanzadas. Con más de 400.000 participantes distribuidos en distintas regiones del mundo, esta investigación sugiere que el uso de la tecnología a partir de los 50 años podría tener un impacto positivo en la estimulación del cerebro y en la reducción del deterioro cognitivo en las personas de edad avanzada.

Los hallazgos de este estudio desafían la creencia común de que el uso de pantallas y dispositivos tecnológicos en edades avanzadas podría ser perjudicial para la salud cognitiva. De acuerdo con la doctora Isabel Güell, neuróloga experta en el tema, la tecnología no solo no dañaría las facultades mentales, sino que, por el contrario, podría preservarlas e incluso estimular el correcto funcionamiento del cerebro en etapas posteriores de la vida.

Uno de los puntos más destacados de esta revisión de estudios es la asociación entre el uso de la tecnología y la reducción del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer. La doctora Güell señala que, según las investigaciones analizadas, el mayor indicio de esta enfermedad, que es el olvido de nombres comunes y situaciones cotidianas, podría ser contrarrestado en cierta medida mediante el uso adecuado de la tecnología en la vida diaria.

En este sentido, la neuróloga recomienda a las personas mayores de 50 años integrar el uso de dispositivos tecnológicos en sus rutinas diarias, ya que estos podrían ser aliados importantes en la preservación de las funciones cognitivas y en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. Asimismo, destaca la importancia de mantenerse actualizado en el uso de la tecnología y de aprovechar las herramientas disponibles para ejercitar la mente y mantenerla activa a lo largo de los años.

En conclusión, esta revisión de estudios aporta evidencia sólida que respalda la idea de que el uso de la tecnología en edades avanzadas no solo no es perjudicial, sino que podría ser beneficioso para la salud cerebral y la prevención del deterioro cognitivo. La recomendación de la doctora Güell es clara: aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología para estimular el cerebro y preservar las facultades mentales a lo largo de la vida adulta.