En la remota ciudad de Tromsø, en el Ártico noruego, se ha dado un paso revolucionario en la generación de energía solar. Un sistema instalado recientemente desafía todas las expectativas al demostrar que incluso en uno de los lugares más fríos y oscuros del planeta, la energía solar puede ser aprovechada de manera efectiva. Este innovador proyecto ha logrado captar la atención de expertos en energía renovable de todo el mundo.
El sistema en cuestión consta de 6.400 paneles bifaciales dispuestos de manera vertical, una decisión poco convencional pero que ha demostrado ser altamente eficaz en este entorno extremo. La orientación vertical de los paneles permite una mejor captación de la luz solar en un entorno donde el sol apenas se asoma durante gran parte del año. Esta disposición única ha logrado maximizar la generación de electricidad, desafiando las expectativas convencionales sobre la energía solar en regiones polares.
Un factor clave en el éxito de este proyecto es la presencia de nieve en la región. Aunque pueda parecer contradictorio, la nieve actúa como un espejo natural que refleja la luz solar hacia los paneles, aumentando así su eficiencia. Esta interacción entre la nieve y los paneles bifaciales ha sido fundamental para que el sistema instalado en Tromsø pueda generar electricidad incluso en medio de la noche polar, un logro impresionante que pone de manifiesto el potencial de la energía solar en entornos extremos.
La combinación de la orientación vertical de los paneles, la presencia de nieve como reflector natural y la tecnología de paneles bifaciales ha permitido que Tromsø se convierta en un referente en la generación de energía solar en condiciones adversas. Este hito no solo representa un avance en la tecnología solar, sino que también abre nuevas posibilidades para la implementación de proyectos similares en otras regiones polares o de difícil acceso. Sin duda, este sistema instalado en el Ártico noruego marca un antes y un después en la historia de la energía renovable a nivel mundial.