El año 2025 ha comenzado con un impulso alcista notable en los mercados bursátiles a nivel global, mostrando revalorizaciones significativas que han generado optimismo entre los inversores. En enero, el S&P 500 experimentó un incremento del +2,70%, reflejando la confianza en la economía estadounidense y en las perspectivas de las empresas que componen este índice de referencia. Por su parte, el Euro Stoxx 50 también destacó con un sólido avance del +7,98%, evidenciando la fortaleza de los mercados europeos y la favorable evolución de la región.

En el contexto nacional, el Ibex 35 no se quedó atrás y registró una revalorización del +6,67% en el mismo periodo, mostrando un desempeño positivo que ha sido bien recibido por los inversores locales e internacionales. Esta subida en el principal índice bursátil español ha sido impulsada por diversos factores, incluyendo la recuperación económica, la estabilidad política y el flujo de inversión en el mercado ibérico.

Asimismo, en el ámbito tecnológico, el Nasdaq, conocido por albergar a numerosas empresas de alto crecimiento, también experimentó un ascenso del +1,64% en enero, consolidando su posición como uno de los referentes en el sector de la tecnología a nivel mundial. Esta tendencia alcista en el Nasdaq refleja la confianza de los inversores en las compañías tecnológicas y en su capacidad para innovar y generar valor en un entorno cada vez más digitalizado.

En este contexto de revalorizaciones y optimismo en los mercados bursátiles a nivel global, los inversores se mantienen atentos a las perspectivas futuras y a los posibles factores que podrían influir en la evolución de los mercados a lo largo del año 2025. Factores como la evolución de la economía mundial, las políticas monetarias de los bancos centrales y los desarrollos geopolíticos seguirán siendo elementos clave a tener en cuenta en la toma de decisiones de inversión en un entorno dinámico y cambiante.