Paz Gómez Ferrer, reconocida psicóloga especializada en comportamiento humano, ha lanzado una advertencia contundente sobre el uso desmedido de la inteligencia artificial en el ámbito de la inversión. En un reciente encuentro con medios especializados, la experta señaló que el exceso de confianza en las nuevas tecnologías, en particular en la IA, puede acarrear consecuencias negativas debido a sus inherentes limitaciones. Según Gómez Ferrer, la IA, si bien es una herramienta poderosa, no está exenta de fallas y sesgos que pueden comprometer la toma de decisiones financieras fundamentales.

La psicóloga Paz Gómez Ferrer, conocida por su enfoque crítico y perspicaz, destacó que la IA, al ser creada por seres humanos, refleja inevitablemente sus propias limitaciones y prejuicios. En este sentido, alertó sobre la tendencia a depositar una confianza ciega en una tecnología que, si bien puede procesar grandes cantidades de datos de manera eficiente, carece de la intuición y el discernimiento propios de la mente humana. Este exceso de confianza, advierte Gómez Ferrer, podría conducir a decisiones erróneas en el mundo de la inversión, donde la precisión y la objetividad son cruciales para el éxito a largo plazo.

Asimismo, la experta en psicología resaltó que la IA, al ser programada por humanos con sus propias creencias y valores, puede estar inherentemente sesgada en su análisis y recomendaciones. Este sesgo, que puede pasar desapercibido para quienes confían ciegamente en la tecnología, representa un riesgo significativo en un entorno tan competitivo y volátil como el mercado de inversiones. Gómez Ferrer insta a los inversores a mantener un equilibrio entre el uso de herramientas tecnológicas y la intervención humana, para evitar caer en trampas cognitivas que podrían poner en peligro sus activos financieros.

En conclusión, Paz Gómez Ferrer nos recuerda que, si bien la inteligencia artificial es una aliada poderosa en el mundo de la inversión, no está exenta de limitaciones y potenciales riesgos. Su llamado a la prudencia y a la reflexión sobre el uso de esta tecnología emergente es una invitación a la cautela y al análisis crítico en un entorno cada vez más dominado por la automatización y la digitalización. En última instancia, la combinación de la inteligencia artificial con la sabiduría y la intuición humanas puede ser la clave para lograr decisiones financieras acertadas y sostenibles a largo plazo.