Dos mujeres, ambas protegidas por el sistema Viogen en una misma ciudad, han sido víctimas de las deficiencias en las pulseras antimaltrato que llevaban sus agresores. Ambos maltratadores, con pulsera telemática, lograron saltarse en cuatro ocasiones este año las órdenes de alejamiento, sin que el sistema Cometa emitiera la alerta correspondiente a las víctimas. Esta situación ha generado un grave riesgo para la integridad de estas mujeres, quienes han vivido momentos de angustia y temor al no recibir la debida protección.

Una de las afectadas relató que su agresor logró acercarse a ella en tres ocasiones, sin que recibiera ninguna señal de alerta por parte del sistema de vigilancia. “Me asaltó tres veces y no recibí la alerta; me puse a gritar”, expresó la víctima. Estos fallos en el sistema de control representan una vulneración directa de la seguridad y protección que debería brindarse a las mujeres que se encuentran en situaciones de riesgo por violencia de género.

El sistema Viogen, diseñado para proteger a las mujeres que sufren violencia machista, ha sido cuestionado en esta ocasión por no haber funcionado de manera efectiva en el caso de estas dos víctimas. La falta de respuesta por parte del sistema Cometa ante las violaciones de las órdenes de alejamiento impuestas a los agresores ha dejado en evidencia la necesidad de mejorar los mecanismos de control y supervisión de estas situaciones para evitar tragedias mayores.

Ante esta situación, las autoridades competentes deben revisar a fondo el funcionamiento de las pulseras telemáticas utilizadas en casos de maltrato y violencia de género, así como reforzar los protocolos de actuación en casos de incumplimiento de las órdenes de alejamiento. Es fundamental garantizar la seguridad y protección de las mujeres que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema, y que confían en estos sistemas para salvaguardar sus vidas ante posibles agresiones.