En España, se está gestando una transformación sin precedentes en el ámbito de la facturación que impactará significativamente en el día a día de empresas, pymes y autónomos. Dos normas, VERI*FACTU y la factura electrónica, se perfilan como pilares fundamentales de esta evolución que marcará un antes y un después en la gestión administrativa y contable de las organizaciones. Estas normativas, aunque distintas, se presentan como complementarias y obligatorias para aquellos que operan en el mercado español.

El Reglamento de los Sistemas Informáticos de Facturación, aprobado recientemente, establece directrices claras sobre cómo deben implantarse y utilizarse los sistemas informáticos en el proceso de facturación de las empresas. Esta normativa busca asegurar la integridad, autenticidad y disponibilidad de la información contenida en las facturas electrónicas, promoviendo la transparencia y la eficiencia en las transacciones comerciales.

Por otro lado, VERI*FACTU surge como una herramienta innovadora que tiene como objetivo principal verificar la integridad y autenticidad de las facturas electrónicas emitidas y recibidas. Esta plataforma, desarrollada por el Ministerio de Hacienda, se presenta como un mecanismo de control que permitirá a las empresas cumplir con las obligaciones fiscales de forma más ágil y segura, minimizando el riesgo de fraudes y errores en la facturación.

Las empresas, especialmente las pymes y los autónomos, deberán adaptarse a estos nuevos requerimientos normativos en un plazo determinado, lo que implicará la implementación de tecnologías y procesos que garanticen el cumplimiento de las disposiciones legales. La digitalización de la facturación se convierte así en un imperativo para mantener la competitividad y la legalidad en un entorno empresarial cada vez más exigente y regulado en España.

En resumen, la entrada en vigor de VERI*FACTU y la consolidación de la factura electrónica como herramientas clave en el proceso de facturación marcarán un hito en la forma en que las empresas gestionan sus transacciones comerciales en España. La adaptación temprana a estas normas y la correcta implementación de los sistemas informáticos requeridos serán determinantes para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y para aprovechar las ventajas que la digitalización de la facturación puede ofrecer a las organizaciones.